lunes, 12 de diciembre de 2016

TEDx Talk. Universidad de Ibagué (24/11/2.016)


Corría el año 2.007 y yo estaba en la promoción de mi segundo disco, 'Sentidos', que además era un disco de promoción independiente, paralelamente tenía un bar muy conocido y exitoso, donde tocábamos cada noche, y eso me había dado cierto reconocimiento, pero igual había que trabajar muy duro para que mi nuevo disco tuviera la difusión que la ilusión deseaba.

Me invitaron a un programa de televisión de fin de semana, que una invitación así era todo lo que uno deseaba en esos momentos, eso era oro puro, era Tv, y era en un programa que le daba muy buen espacio a la música, así que fui encantado y emocionado.

Uno de los dos presentadores del programa era un tipo muy amable, relajado, y según entendía yo, le gustaba mi trabajo. De repente, en un momento de la entrevista el tipo me dice: 'Santiago, la verdad que a mí me encanta tu proyecto y me encanta tu carrera porque tú rompes con esa idea que para uno ser cantante tiene que ser bonito y flaco'. 

Voy a dejar que asimilen eso por un momento...

Esa era su creencia, para él la música pasaba por ahí, y lo peor es que tengo entendido que al tipo le hubiese encantado tener una carrera en esto de la música, pero puedo apostar que parte de su bloqueo, y por lo cual nunca trascendió en su interés, es que seguramente ni se sentía lo suficientemente bonito, o lo suficientemente flaco para hacer música.

Es un absurdo, personalmente creo que la música va por otro lado, pero esta curiosa anécdota me sirve para ilustrar lo que son las creencias, que todos las tenemos, y en todos los campos, en nuestro trabajo, en nuestra vida personal y familiar, todo se sostiene en nuestras creencias. 

No voy a entrar en el tema de las creencias religiosas, eso no va en esta charla, o por lo menos no tan de frente, me refiero a otro tipo de creencias.

Para eso empecemos por el principio, ¿qué es una creencia? Una definición que encontré es que una creencia es "una idea o pensamiento que SE ASUME como verdadero". Otra definición que encontré es que una creencia es "un estado de la mente en el que un individuo SUPONE VERDADERO el conocimiento o la experiencia que tiene acerca de un suceso o cosa".

De cada una de las dos definiciones quiero resaltar una parte, de la primera definición el SE ASUME, y de la segunda definición el SUPONE VERDADERO, esa dos secciones, esas dos frases, hacen de la creencia una cosa muy poderosa, y ese poder tiene como consecuencia que tengamos creencias de carácter limitantes o de lo contrario, podamos sostenernos sobre creencias de carácter expansivas.

Así como aquel presentador de Tv tenía la creencia, a todas luces limitante, que para hacer música había que ser bonito y flaco, seguramente hay muchas personas que han truncado su sueño de hacer música porque ellos mismos o alguien muy convincente de su entorno, tienen la misma creencia. Pueden encontrar este ejemplo un poco trivial, pero es tremenda y dolorosamente certero.

Viendo hacia atrás mi carrera, y sobre todo en un punto crítico de ella, me vi ante la necesidad, y debería decir nos vimos, porque tengo un equipo de trabajo alrededor, comandado por mi Manager Mariana Zuloaga, que ha compartido estas experiencias conmigo, nos vimos ante la necesidad, mejor, ante la oportunidad de romper algunas de  esas creencias limitantes, y transformarlas en creencias expansivas. 

Creencia #1 de esta historia: desde el año 2.000 o quizás desde un par de años antes, hasta el año 2.008 o 2.009, el panorama de la música comercial colombiana giraba casi que exclusivamente al rededor de las propuestas que tuvieran claras manifestaciones folclóricas, especialmente caribes, parecía difícil, casi imposible salvo algunas pocas excepciones, que otros tipos de propuestas tuvieran espacio. Y eso me decían varios de los 'gurús' de la industria de la música con quienes me sentaba a conversar, buscando un guiño para saber cuál era el mejor camino para exponer mi trabajo, "si no le metes un acordeón o algo de percusión Caribe, no hay espacio para un cantautor en la música colombiana".

Esa creencia limitante estaba instalada en la industria, casi que de forma unánime, tan instalada estaba que hasta yo mismo me la empezaba a creer, a mí se me estaba incrustando también, y después de dos discos con poco o nada de repercusión comercial, llegué a creer que era por esa creencia. Tanto lo creía que incluso durante la sesión de grabación de 'Baja la guardia', en el estudio de mi querido Nacho Mañó, en Valencia (Esp), nos sentamos a oír la canción ya bastante avanzada en el proceso de producción, y a pesar de saber que teníamos una canción muy afortunada entre manos, mis palabras a Nacho fueron: 'Y pensar que esta canción no tiene ningún chance de sonar en la radio Colombiana...'

Baja la guardia (Cruce de caminos, 2.009)
Sony Music
https://open.spotify.com/track/343R6Bkjf9AZB9zwha5wtW

Para hacerles la historia corta, 'Baja la guardia' fue el punto de inflexión en mi carrera, fue el antes y el después, de hecho todo es disco, 'Cruce de caminos', redefinió mi lugar como artista en Colombia, y empezó a abrirme puertas en otros países. Si entramos a las cifras, fue doble disco de platino, Baja la guardia estuvo 54 semanas en listas, un sencillo que duró casi 10 meses, cuando lo habitual es que a los 3 meses ya se busque otra canción para sonar, en fin, toda la estantería de aquella creencia limitante de que "si no tiene percusión Caribe no funciona" se fue al traste y por el contrario derivó en la creencia de que una canción afortunada, una canción poderosa, rompe cualquier parámetro, y esa no es una creencia limitante, todo lo contrario, esa es una creencia expansiva.

Y esa creencia me sigue acompañando, la canción es lo importante acá, la canción es lo fundamental, un gran presupuesto no te garantiza una canción afortunada, y una gran campaña de mercadeo no va a rescatar una canción desafortunada, hay bastantes más chances de conseguir respaldo, llámese disquera, o llámese radio, o llámese inversores, lo que sea, hay bastante más chances, decía, si tienes una canción poderosa en tus manos, no es al revés. Ah, y para tener una canción de esas hay que escribir mucho, y escribir mucho, y escribir mucho más, y equivocarte y volver a empezar, y tenerte fe y dudar, todo el tiempo, es un juego de equilibristas. ¡Esa es la creencia que es expansiva! La creencia que una canción afortunada puede romper con todo preconcepto negativo, y que está en tus manos hacerla, si te abres a esa posibilidad y trabajas mucho para encontrarla. 

Creencia # 2 de esta historia: durante mucho tiempo caí en la trampa que mientras más enredada fuese mi vida, más interesante sería el contenido de lo que escribiera, más oscuro sería todo, más 'sustancia' tendrían mis canciones, y ese tono 'miserable' estaría presente en mis canciones, y eso me haría ser un artista más interesante, en fin, todas esas trampas del ego en las que podemos caer. Era una trampa en la que habían caído muchos de los más grandes artistas que yo admiraba, los veía con sus vidas personales destrozadas, agonizando y naufragando en sus compulsiones y obsesiones, y mientras tanto haciendo lo que para mí eran genialidades, así que cómo les digo caí en la trampa.

Paracaídas (Sentidos, 2.006)
Sony Music
https://open.spotify.com/track/122BUyjRws39WPsfZYplM2

Yo ya tenía la primera parte de esa ecuación resuelta, hice de mi vida un desastre, lo que no apareció nunca fue lo de la genialidad, aunque esta canción 'Paracaídas' es para mí de las más afortunadas que he escrito en mi carrera, por lo menos está en mi Top 5.

Ahora, no vayan a pensar que quise joderme la vida solamente para hacer una gran canción y tener éxito, eso era simplemente uno de los lados del cubo, mi vida era un desastre por mi relación conmigo mismo, pero si además le metemos el ingrediente que tenía la creencia que ese era el mejor escenario para crear, pues se arma la tormenta perfecta. Finalmente no pude más, me estrellé, me quemé, me derrumbé, y afortunadamente pedí ayuda, y de la mano de mi voluntad, la terapia, mi familia y algunos poco amigos cercanos, empecé a reconstruirme. Durante ese proceso de reconstrucción, uno de mis temores principales era qué iba a pasar con mi proceso creativo, y recuerdo que en una de nuestras sesiones se lo dije a mi terapeuta, el querido Nestor Mejía, le dije: 'Y si me pongo bien, ¿de qué voy a escribir?', a lo que Nestor sabiamente respondió: 'Póngale cuidado que va a escribir más que nunca', y así fue. 

Antes de mi rehabilitación mi 'promedio creativo' era de 1 canción compuesta por semestre, si tomamos en cuenta que empecé a escribir canciones a los 18 años, y que hasta los 30 solamente había escrito 24 canciones, las 10 de 'Solo hasta hoy', mi primer disco, las 10 de 'Sentidos', mi segundo disco, y unas 4 canciones por ahí que nunca me animé a compartir.
De los 30 a los 33 años, y más exactamente en un periodo de 18 meses, entre el 2.007 y 2.008, que coincidió con mi proceso de reconstrucción personal, escribí 30 canciones, ¡30! Eso es en promedio 10 canciones semestrales, ¡era mi promedio anterior multiplicado por 10! Obviamente el ritmo de composición no tiene esa rigurosidad matemática, pero la figura del promedio me ayuda a graficar el ejemplo de gran manera. 

Y ahí hay una conexión con el punto anterior, ¿lo ven? Escribir mucho, pero mucho, para encontrar la canción que rompa con lo que todos creen, incluso con lo que uno mismo puede creer. Ahora bien, estoy siendo consciente que eso mismo es una creencia que puede llegar a ser limitante, entonces ¿si no escribo un número cercano a 30 canciones no voy a tener esa canción afortunada? La canción puede aparecer en el intento 1, o en el 5 o en el 12, o incluso en el 30. Yo personalmente creo que entre más posibilidades tengas en tus manos hay menos margen de error, si algo así existe en la música. (Definitivamente la coherencia es una búsqueda permanente). 

¿Qué entendí en ese proceso? ¿Cuál fue la creencia expansiva en la que derivé a partir de la creencia limitante de que 'el arte necesita de la miseria del artista'? Que quienes vivimos el proceso creativo somos simplemente transmisores de un mensaje, y que nuestro trabajo es tener el canal de transmisión limpio, tener nuestra antena calibrada, y para mí, tener mi canal de transmisión limpio significó volver a tomar las riendas de mi vida, conocer mis obsesiones y mis compulsiones, y dar la batalla día a día para no volver a caer preso de ellas, y en el proceso, estar atento a lo que el universo quiere decir, y decirlo a través de una canción. 

Desde lejos (A quien corresponda, 2.012)
Sony Music
https://open.spotify.com/track/2Q4NikSXoPttjx1BSGJzBN

Usted dirá: que arrogante pensar que uno es un mensajero del universo, y puede tener razón, yo sinceramente creo más arrogante todavía tomarme el crédito absoluto de una creación artística, de una canción, y me siento más cómodo y en paz con el papel de mensajero.

Esta carrera está plagada de creencias que he encontrado limitantes, y para mi fortuna he podido darles la vuelta a algunas de ellas y vivir el proceso de hacer música, publicarla, y exponerla, de una manera que he podido ser fiel a mí mismo, y sentirme cada vez más cómodo con quien soy como artista, de la mano con que cada vez me siento más cómodo con quien soy como persona, ¿será la edad? Dicen que lo mejor de la edad es que uno puede empezar a decir NO sin tener que dar explicaciones, o también oí alguna vez por ahí que la juventud es una enfermedad que afortunadamente se cura con los años, eso me gusta.

Vida de mis vidas (Trenes, aviones y viajes interplanetarios, 2.016)
Sony Music
https://open.spotify.com/track/1A3GZv8gMB09ro8wFXhWSf

Lo bueno de las creencias es que cada quien puede tener las suyas, y puede que creamos en cosas distintas, en caminos distintos, pero lo que me encantaría dejar hoy acá es que creamos en cosas que nos expandan, que derriben muros, abandonemos las creencias que se nos vuelven barrotes, identifiquemos nuestras creencias y transformemos todo lo que nos limita en amplificadores de nuestro potencial, juntemos la razón con la emoción, y eso es muy poderoso. No vengo a decirles que yo lo hago 24/7, de hecho todavía vivo sobre muchas creencias limitantes, y me falta romper muchas de ellas, el tema de la edad en la música, la subjetividad de lo que es el éxito, en fin, muchísimas más, pero lo bueno es que cada vez las voy identificando mejor y voy de una en una, eso si, puedo decir que estoy en ese proceso, que ya arranqué, y que creo que no tiene reversa. 

Las creencias, según Gregg Braden, y buscando una similitud con un lenguaje tecnológico, 
'son el lenguaje con el que programamos nuestro universo, si el universo es un gran computador, su sistema operativo es nuestra conciencia, y a ese sistema operativo lo alimentamos con programas, esos programas son nuestras creencias, así que lo que creemos construye nuestro universo', ¡miren qué poderoso! 

Credo (Cruce de caminos, 2.009)
Sony Music
https://open.spotify.com/track/72xxx1QOsC22dbBw7BrxvX

Crea en lo que usted quiera, pero crea siempre por la razón correcta, o por lo menos la que sintamos correcta, QUE SUS CREENCIAS SE SUSTENTEN SOBRE EL AMOR Y NO SOBRE EL MIEDO, y actúe en consecuencia. La invitación es a que dudemos, saltemos al vacío, abramos la cabeza, está bien 'tenerla clara', pero siempre atentos a lo que pasa a nuestro alrededor, puede ser una buena idea.